Afectos de Verdad
Por: Ana Mar Orihuela
Se acerca el 14 de febrero, día en que celebramos a los afectos de nuestra vida, comercial o no, en realidad todos somos afectados e impactados por toda la ola de mensajes e ideas que hablan acerca de día del amor y la amistad. Quisiera aprovechar el tema y compartirles algunas ideas que creo importantes en relación a nuestros afectos.
La pregunta inicial es ¿Cómo nutres tus afectos hoy?, ¿Quiénes conforman hoy tu familia espiritual?, la familia espiritual es ese grupo de personas en las que confiamos, amamos y nutren una red de intercambios afectuosos, divertidos, de aprendizaje y relación verdadera.
Todos necesitamos afectos, todos tenemos la oportunidad de construirlos y nutrirlos, no solo demandar recibir sino sobre todo dar, pero, ¿Qué hace hoy tan complicado tener afectos?, creo que son pocas las personas que han construido una red de amigos y afectos que le den la oportunidad de dar y recibir amor.
Uno de los aspectos más importantes de construir afectos es que permiten sanar nuestra relación con el entorno. Nuestras heridas emocionales fueron creadas en una relación dolorosa con otros. Cuando construimos en el presente relaciones verdaderas, logramos sanar una parte del pasado también.
Las relaciones sanadoras son relaciones donde compartimos lo que somos, nuestro lado fácil y bonito, pero también nuestros defectos e imperfecciones. Es muy fácil querer a una persona que nunca se equivoca, pero qué pasa cuando esa amiga que quieres llega siempre tarde y de pronto se la pasa quejándose de todo. Acepta y entiende que ella es mucho más que eso y que hay otras cosas maravillosas que compartes. Hay personas con las que nos relacionamos que tienen actitudes que no compartimos, pero hay un cariño mutuo, que han compartido muchas cosas importantes en la vida y hay aspectos que aun comparten y que son los que hoy pesan en la relación.
Hay personas con las que ya no compartes nada, tu cambiaste, él cambio y hoy solo hay la historia de lo que fueron y también hay que saber soltar y agradecer los contactos importantes que se cerraron en el presente.
Las relaciones que queremos en nuestra vida hoy implican el reto de comunicarnos, de ser honestos y tolerantes, de poner límites, de pedir perdón, esforzarnos por ser mejores, por cuidar al otro de nuestros errores, ceder algunas veces, mirar las necesidades del otro, hacer un espacio en nuestra vida para compartir. Las relaciones verdaderas te importan, tienen un espacio en tu vida y son una oportunidad de aprender.
Estamos tan hambrientos de estos vínculos, creo que no sabemos y nunca hemos aprendido a construir vínculos sanadores. Una red de personas en las que puedes ser tú mismo y compartir distintos tipos de intercambio, desde hacer catarsis de temas profundos hasta irnos a bailar y tomar unos tragos. Personas para viajar y disfrutar la naturaleza o para ir al cine y discutir una buena película. Personas para hablarles ese día que la vida no te sonríe y que sabes que desea lo mejor para ti.
Creo que no sabemos construir esos vínculos porque hay ideas como; el contacto lastima, las personas traicionan, no merezco ser querido, mejor solo, pero a salvo o centramos toda nuestra necesidad afectiva en nuestra pareja o en una sola persona. Imagínate lo dependientes que somos cuando centramos toda nuestra necesidad afectiva en una persona y solo con ella podemos ser nosotros mismos. O peor aún, no existe una sola persona con la que puedo tener un intercambio verdadero. Esa persona tiene un enorme vacío y una enorme armadura, se ha anestesiado emocionalmente para no sentir el dolor de estar separado y no confiar en nadie. Qué triste, pero es más común de lo que pensamos.
Si manejáramos nuestros vínculos con más respeto y responsabilidad, entendiendo que son personas importantes y que merecen un trato respetuoso y amoroso. No tenemos que ser perfectos, pero si responsables cuando “la regamos” y poder pedir disculpas y dar tiempo para compartir momentos de contacto verdadero donde abrimos el corazón y compartimos el niño feliz que llevamos dentro. Hay una ley inquebrantable y es; Lo que das recibes, y que si de verdad queremos a las personas y sentimos bien por ellas eso nos habilita para recibir y tener mejores afectos.
Vuelvo a preguntar ¿Qué personas hacen tu vida más feliz hoy?, porque su presencia es un regalo de la vida y tú sabes ponerlas a salvo de tu peor parte, de tus enojos, desesperaciones, carencias y miedos, porque los amas y no quieres lastimarlos.
Celebremos nuestros vínculos verdaderos y construyamos nuevos y mejores afectos día a día.
¡Feliz día del amor y la amistad!